martes, 21 de febrero de 2012

EL COMIENZO EN UN FINAL


Hola minna..!! bueno aki les traigo mi continuacion de mi fic espero sea de su agrado, me estoy esforzando mucho para hacerlo espero y les guste iio i mis locas ideas XD ahah bueno en fin me voii i esperoo i lo puedan leer XD ahah :D grax a todas las qe se toman su tiempo para leerlo ahah mil grax :D


“DESILUSIÓN”



Como siempre hoy eh estado en la escuela haciendo lo mismo de siempre clases y mas clases, bueno no lo de siempre desde hace una par de semanas Pi no es el mismo, tal vez sean cosas que imagina mi mente, pero no lo creo. En fin con eso de que ya casi entra a la universidad no me da tiempo de verlo ni siquiera platicar con él, la ultima vez que estuve con él, fue mágico, maravilloso casi me sentí en el cielo, de todas la veces que eh estado con Pi, nunca me había conectado tanto con él, pero, algo en mi corazón que eso fue como una despedida, no, claro que no, mi mente esta jugando conmigo.


Ya casi un mes en este instituto, y me eh acoplado bien, todo funciona a la perfección, bueno eso creo yo. En fin no me ha ido tan mal, yo se que no soy un alumno modelo pero no soy tan malo como jin, pero tampoco saco notas perfectas como kame o uepi, mi trabajo de medio tiempo en la cafetería va de maravilla mi jefe es una persona agradable y mi compañera es muy linda asta su nombre es hermoso, si, me encanta su nombre, en realidad solo me gusta porque se llama igual que mi madre, además de que Naoko en sus muy linda chica en si es como una pequeña hermana.
Por otra parte tenemos a kame, mi imaginación si que vuela estando a su lado, mi corazón se acelera cada que se acerca y me eriza mi piel, aturde mis sentidos mi pensamiento lo nubla, pero, lo mas increíble es que todo esto solo lo hace con una mirada y es lo que mas me aturde, espero poder controlar estos sentimientos, además el tiene a alguien y se ve muy enamorado, bueno al menos el, por que ese tipo que es “baka” solo se la pasa jugando con él, espero y no lastime a mi tuga.


La lección de hoy comenzó y como siempre el profesor no dejaba de comerse con la mirada a uepi, junno estaba que ni el sol mismo lo consolaba mientras los bakas de akanishi y maru perdían el tiempo susurrando quien sabe que cosas y riéndose con esas risas del tipo pervertida, sabrán ustedes a lo que me refiero, si pues era mas que claro, veían una de esas donde lindas jóvenes posan de una manera muy encantadora, el tipo atrás de mi súper concentradísimo en el tema ya que creo yo no es muy inteligente, pero, reconozcamos el si se esfuerza y no pierde el tiempo como ese par de bakas.
-kame, me puedes pasar el apunte- susurro aquel calvito un poco sonrojado.
-ah, si claro- tome la libreta y se la pase sin mirarlo.
-gracias- apunto el, y si mas volvió a su asiento, copiando mis notas.

Creo que cada vez me agrada mas, no que pienso, solo es un amigo, si eso es un amigo, esta clase es aburrida además es un tema que Pi ya me enseño, en fin es aburrido, pero a soportar la tortura.

La clase avanzo sin contratiempo, hasta la hora del almuerzo, tan solo la campana sonó y yo rápidamente salí corriendo del aula, tan solo quería respirar aire puro, ese encierro me causaba torticolis, corrí sin rumbo hasta que llegue a la arboleda que justo estaba enfrente de la cancha de volibol, me tire en el pasto cerrando los ojos, ocultándome de todo y todos, cuando de pronto escuche a alguien venir, no hice caso ya que estaba oculto en medio de los arbustos así que nadie se daría cuenta de mi presencia. De pronto se escucharon unas voces y yo tan solo me sumergí en mis pensamientos.

-Espera, aquí no, nos pue…-  de pronto sus labios callaron los míos dejando incompleta mi frase.
-¿Porque no puedo? ¿A quien le tienes miedo?- ese tono era retador y desafiante
-A nadie, a quien podría tenerle miedo, aya. A caso tú lo tienes- contesto con una voz seductora y demasiado tentadora.
-pues no, acaso si tuviera miedo, ¿Estaría aquí contigo? YAMAPI- respondió de manera concisa y contundente que el tan solo afirmo.

“No, claro que no es mi imaginación, Pi no, no el no, como él no puede hacerme esto, él no lo haría, pero es que pi me ama, no.”

En ese momento se incorporo un poco entre los arbustos, y si efectivamente se trataba de pi, claro era el como no reconocer aquel porte, aquella angelical y dulce voz, pero lo peor de todo era que el no tenia tiempo para el, pero como para ella si, no, él no lo creía, si claro lo confundiría, pero esa voz nunca, nunca nadie la igualaría, ahora todo era claro Pi, solo se burlaba y jugaba con el, pero como podía usar aquel lugar donde tantas veces compartieron momentos tan hermosos e inolvidables, aquel lugar donde se juraron que nunca se separarían y lucharían, como pudo romper esa promesa, aquella luz que así que pudiera sobrevivir cada día ¿Cómo?.

Tan solo kamenashi, no lo resistió mas, salió huyendo de aquel lugar, con aquellas perlas que inundaban su rostro y con aquel cuchillo que le habían clavado en el corazón, tan solo corría entre los estudiantes sin fijarse a donde lo dirigían los pies hasta que llego a la azotea de su instituto, se tiro en el piso y comenzó a llorar, recordando aquella escena sin prestar atención a su alrededor y mas lagrimas amargas y de desilusión salían de aquellos hermosos cafés.


Mientras voy caminando de la mano de aya, puedo notar como muchos chicos voltean a vernos con desprecio, bueno no, con envidia mas bien dicho, las chicas que la miran, se nota como la quieren matar, algunas comentan “ya viste, no se ven lindos juntos”, “ya notaste, que envidia. Desde cuando saldrán.” “que suerte tiene, esta con el chico mas guapo del instituto.”. Creo que podría seguir con los un mil y un comentarios que hacen, pero honestamente todos son patéticos, como podría salir con una tipa como ella cuando tengo a mi tortuga.

Admitámoslo, aunque me duela reconocer ella no es fea, tampoco tiene mala figura su aspecto es envidiable para muchas chicas, además muchos de los chicos quisieran tener a esta chica, pero, yo NO. En fin es una acosadora de lo peor, pero lo que mas me molesta que hoy es el único día que tenia para ver a kame, desde hace ya varias semanas, y sorpresa, viene esta bruja, y que hace, me secuestra.

Aya y Pi, caminaban tomados de las manos, bueno mas bien aya jalaba a Pi, para que este la siguiera, asía una arboleada, sorpresa, el lugar que ella había escogido no era el mas adecuado, no por el hecho de que estuviera apartado de todo, si no mas bien por que ese lugar era especial para el y kame, aya casi arrastrando a pi, logro llevarlo a donde quería, y llegaron a aquella arboleada cerca de aquel árbol que había sido testigo del amor de ese par.


-Espera, aquí no, nos pue…-  de pronto sus labios callaron los míos dejando incompleta mi frase.
-¿Porque no puedo? ¿A quien le tienes miedo?- su tono era retador y desafiante
-A nadie, a quien podría tenerle miedo, aya. A caso tú lo tienes-  conteste de manera seductora, pero siguiendo el juego de ella, para que de algún modo se creyera importante
-pues no, acaso si tuviera miedo, ¿Estaría aquí contigo? YAMAPI- respondió de manera concisa y contundente.

Yo tan solo le pude afirmar, pero después de aquella no resistí mas y solté una pequeña risa, a lo que a ella le molesto.

-de que te ríes baka- me grito de manera muy molesta.
-pues de que mas me podría reír de ti, acaso de otra cosa me puedo reír- conteste entrecortadamente ya que la risa era tan insistente que no la podía controlar.
-eres un baka, como te puedes reír de mi- se volteo asía mi, y trato de darme una cachetada.
Le detuve la mano antes de que me propinara aquel golpe-sabes una cosa niñita-
-¿Qué?- contesto de manera irritada
-las niñas como TU, son patéticas. Porque se creen demasiado, pero no saben valorar lo que tienen y honestamente tu, conmigo aspiras mucho, y no creas que es porque yo me crea importante, si no es que solo con gente como tu, me enfermo- mi tono era frio
-eh… Pues no creo que tengas las suficientes razones, para hablar así de mi o ¿Si?- frunció el seño y se podía ver como en su cara se reflejaba un animo de lo mas enojado que jamás había visto.
-¿quieres mi razones?- pregunte en tono de burla y ella solo afirmo con la mirada fría.
-bueno, si eso quieres te lo diré. Para mi y mucha gente no lo podemos negar eres una chica impresionante y hermosa, pero de que te sirve si estas podrida no tienes corazón eres frívola y calculadora, además siempre pisoteas a la gente y la usas como quieres en resumen “ERES UNA NIÑA MIMADA”.- con estas palabras yamapi se alejó asía los edificios y dejo a aquella chica llorando amargamente y con esas palabras retumbando en su cabeza.

“Ceo que fui muy duro con ella, pero creo que eso la hará cambiar un poco, bueno al menos eso espero.

No se pero siento como que alguien nos observaba, bueno pude notar como una figura salió de entre los arbustos y se echo a correr, creo que nadie importante, de verdad creía que hoy iba ser un gran día, por lo menos esperaba tener un rato a lado de kame, pero esa bruja lo arruino, espero pronto pueda estar junto a él.”

De pronto se paro en seco y se quedo pensando.

“Si, es cierto. Hoy no tengo curso, me dieron el día libre. Como pude olvidarlo. Creo que después hoy no será tan malo como pensaba, al termino de la jornada iré a buscarlo a su clase, e iremos al cine, si eso es perfecto.”

Mientras se adentraba entre los pasillos del instituto y pensaba a donde llevarlo, bueno creo que lo del cine ya era más que claro, pero, quería llevarlo a un lugar especial, tal vez a comer o al zoológico, en fin caminaba alegremente en el pasillo hasta llegar a su aula y así volver a comenzar sus clases.


El timbre del descanso había sonado y todo regresaban a sus aulas, dentro del aula de kame se podía notar como había un desorden, todos estaban en su mundo, las chicas como siempre admirando aquellas bellas figuras, a lo que llamaban ellas IDOLS.

En fin todos los demás chicos como siempre rodeando al par de bakas, si claro era obvio el akanishi-sama y al nakamaru-san, se preguntaran el porqué de llamarlos así, bueno una porque este par son uno de los mas cotizados en el ámbito de las chicas además son populares. Quien no quisiera estar con ellos, el estar con ellos siempre es divertido.

Como no estar con ellos si están en el grupo que manda y trae a la gente como quieren en si, si tú eres su aliado o mínimo sabes que existes ya eres parte del mundo, porque estos 5 bueno ahora 6 son los que controlan la institución.

Sorprendente no, tan solo son de segundo año, en fin ellos tienen el poder, o eso suponen ellos. Por otro lado uepi y junno como siempre un poco alejados de todo el mundo y encerrándose en su pequeño mundo, aquí no hay mucho que contar tan solo que todo el mundo piensa que ellos son los mas grandes “AMIGOS”, no mentira ellos son algo mas, pero nadie lo sospecha por que tan bien ensañados tienen su papel, que ni sus mismo amigos lo saben, o tal vez ¿si?

El profesor nishikido llego a la aula, como siempre paso su lista y noto como faltaban algunos estudiantes, bueno no se preocupo mucho porque eran unos de los que casi no entran o por no decir siempre, lo mas raro era que uno de sus mejores alumnos no se encontraba, pero, también faltaba otro, en fin no do mucha importancia y continuo con su clase.

-uepi, no sabes que paso con kame- pregunto en un susurro akanishi.
-no, la verdad no se, desde que salió corriendo del aula no lo hemos visto- contesto con un tono un poco intrigado.
-mm… esta bien, a lo mejor se le hiso tarde, a lo mejor entra a la siguiente hora- murmuro un poco preocupado.
-si, esperemos a la siguiente hora-respondió con una sonrisa.

“kame, donde estarás. Por mas que estés con yamapi no creo que te hallas quedado con él, si siempre se preocupa por ti y tus clases, espero estés bien”-tan solo esbozo una sonrisa un poco apagada y junno volteo a verlo con un ceño de intriga, pero no dio mucha importancia, por que inmediatamente le dedico una sonrisa cálida para que se tranquilizara, y dejara de vigilar cuidadosamente a uepi.

Después de un largo rato concentrado supuestamente en la clase, a lo cual no había prestado ni la mínima atención, a lo cual al profesor nishikido le molesto y llego a su lugar y se paro detrás de él.

-euda-kun, podría repetirme la lección- le ordeno de manera muy prepotente.
-perdón, pero no preste atención a la lección- contesto tímidamente.
-ueda-kun, hazme favor de retirarte de la clase y al termino de la jornada quiero que te quedes después de clases para que limpies el aula- le contesto en un tono irritado y enfadado.

Ueda se levanto de su asiento y se dirigió al pasillo, ahí se sentó cerca de la puerta y se dispuso a relajarse un rato, escuchando su reproductor.

“Que pesado es el profesor, molestarse por tan solo no prestar un poco de atención, como si muchos mas no lo hicieran, eso me pasa por ser tan obvio además parase que nunca me quita la vista de encima es un maldito acosador.”

Al término de la jornada ueda entro al salón de clases, aun se encontraba dentro del salón junno.

-uepi, te espero en la entrada para irnos.- le dirigió estas palabras amablemente.
-si, junno. Terminare rápido, en un rato te alcanzo.- le dedico una sonrisa
-si, yo te espero. Esfuérzate.- y así salió del aula dejando solos a uepi con el lobo feroz,  ah no, el profesor nishikido.

Ya los dos se encontraban solos en esa gran aula, y se podía notar un silencio incomodo, el profesor se dirigió asía la puerta del aula y la cerro, se podía notar como sus ojos recorrían de pies a cabeza aquella figura delgada devorándolo con la mirada, en eso el profesor se iba acercando sigilosamente a él, haciendo que cada vez quedara mas encerrado en la pared sin salida, así como él lo quería ver, como deseaba desde hace un tiempo volverlo a tener así, sentir ese contacto con esa hermosa piel, el poder oler ese aroma embriagante y el poder sentirse poderoso ante aquella figura angelical.

-profesor, que le sucede déjeme en paz.- pronuncie estas palabras de manera un poco alarmante  y en estado de pánico.

El tan solo se dedicaba a observarme y devorarme con su mirada y acercarse mas a mi, y me dejaba en una posición de impotencia, a lo cual me daba cada vez mas miedo y de cierta manera era algo nuevo y excitante, pero aun así no quería. Y no podía hacer nada.

miércoles, 8 de febrero de 2012

UN COMIENZO EN UN FINAL


Hola bueno este es mi segundo capitulo del fic, espero les guste y sea de su agrado eto se aceptan todas las criticas y halagos XD (aunqe no sea ninguno ahah se vale soñar ne?) ok bueno las dejo con este capitulo y espero sea de su agrado :D ahah empiezo amar mas al kokame..!!



                                                                   "UNA NOCHE DE VERANO"

.Estoy de regreso.-dije en un tono alegre y gentil, pero como siempre nadie respondió a mi llamado.

Creo que es inútil decir estas palabras al regresar a casa, pues ya que nadie me espera, si, es cierto que no debo de pensar así, pero desde que mi madre falleció y mi padre me abandono por su otra familia, no hay nadie que me reciba en casa con un –Bienvenido.-. Pero en cuestión de tiempo te acostumbras a la soledad, aunque para ser honestos no es tan mala como pensamos, creo yo.

Subí a mi cuarto a dejar mi mochila, ya casi era hora de la cena así que decidí prepararme algo rico, fui a la cocina y acerque todos los ingredientes para un rico estofado, ya terminando de prepararla fui a la mesa y me senté decidido a degustar mi increíble merienda.

-Buen provecho.-

Terminando de cenar me fui a la cama, estaba tan ansioso de que llegara el día siguiente que no supe en que momento de la noche me quede profunda mente dormido, lo ultimo que recuerdo de esa hermosa noche, fue que el rostro de kame se reflejaba en esa luna llena que se asomaba por mi ventana invitándome a perderme en su hermosa brillantes de verano, y así fue como termine rindiéndome a los brazos de Morfeo cayendo en el mas profundo y hermoso sueño.


“Me pregunto el porque debo fingir ante todos, hacer que soy la persona mas amigable de este mundo, cuando eso no es verdad, para ser sincero no se que me pasa no se que hacer, tan solo me siento confuso, necesito una mano que me apoye, alguien que me ayude a levantarme, espero y él me pueda ayudar.”

Hoy a la escuela ha llegado un joven que al parecer desde ahora pertenecerá a nuestro curso, yo no se él porque esta aquí y tampoco me interesa, por lo que he notado él y Ueda ya se conocen, pero que mas da, ahora creo que en vez de ser cinco pasaremos hacer a seis, pero pues creo que estará bien así, ya no me reclamaran de que los dejo tanto tiempo solos y que solo estoy con yamapi.

El chico nuevo se a sentado justo detrás mió, su mirada es un poco penetrante pero lo poco que eh notado de él, se ve que es muy torpe y ruidoso, es mas alto que yo y a simple vista se ve que el ya debería de salir este año del instituto o por lo menos trabajar, también es delgado y de piel es moreno claro, su aspecto es temerario a simple vista pero no se ve tan mal tipo y por el lugar que le asignaron se nota que le gusta pasar desapercibido. El profesor interrumpió mis pensamientos haciendo que continuara leyendo la lección en la que nos encontrábamos.

-Los historiadores creen que la vida se inicio en Asia, a lo que muchos afirman que no.- termine de leer en un tono suave, sentí como las miradas de todo se concentraban en mi. Y así volví a tomar asiento en mi pupitre.-


Llego el momento que la lección había terminado y todos los demás y yo nos dirigimos al fondo del salón junto al marco de la ventana. Todos estábamos platicando sobre el chico nuevo, al parecer todos están muy emocionados por el nuevo miembro de nuestro grupo, pero en la expresión de junno se notaba  que lo miraba con unos ojos de odio, como si le quitaran el cariño de ueda, o eso dejaba ver.

-jin, y que piensas del nuevo.-le lanzo una breve pregunta nakamaru.
-pues no lose, se ve muy rudo, pero al parecer se gano toda la simpatía de ueda  ¿verdad junno?- se giro a mirarlo y pronunciando esta frase, dejo ver entre sus labios una sonrisa burlona.
-pe… pero que dices, bakanishi. Claro que uepi, esta tratando de ser amable con el.- respondió con un tono irritante y muy molesto a la vez.
-junno, ya no te enfades sabes que estamos jugando.- le contesto nakamaru en un tono tranquilizador para que junno así pudiera calmarse un poco.- pero, si es cierto el único que no ah opinado eres tu kame.- se dirigió asía mi con una mirada un poco intrigada.-
“yo no podía pensar en él, aunque si ya había echo un juicio de él, no era lo bastante importante”.- pues nada, Naka. Solo que es él chico nuevo o ¿no es así?- les respondí en tono de pregunta y solté una leve carcajada.
-Y kame, tu ¿como vas con yamapi?- esa pregunta que jin me había lanzado me resulto de lo mas inesperada e incomoda, y honesta mente no sabia que responder.
-e… Etoo, pues no…- y antes de que pudiera articular  palabra alguna jin me interrumpió.
-Kame, por esta ves te salvas, pero la próxima no habrá piedad de ti.- dirijo sus palabras asía mi, en un tono amenazador pero a la vez en broma, así que solo se volteo a verme me guiño un ojo y soltó otra risita tonta.-

Ueda y él chico nuevo se posaron enfrente de nosotros, como siempre ueda esbozando esa gran sonrisa que lo caracteriza, así que empezaron las presentaciones con cada uno de los miembros, note que en la mirada de junno era mas fingida que nada pero aun así no di importancia alguna, hasta jin que era el mas reservado de nosotros cinco se unió aquella conversación, hasta el momento que por fin llegaron a mi. Antes que Ueda terminara de poder decir la frase yo lo interrumpí presentándome por mi propia cuenta.

 -Hola, yo me llamo kamenashi kazuya, y pues llámame kame o tuga, y a ti ¿como te puedo llamar?- el tono de mi voz sonó lo mas dulce y amigable que pudiera hacer, así no te como se sonrojaba.
-Etoo… Etoo… Si tú gustas me puede llamar koki o como tú desees.-  no se hizo esperar el sonrojo de sus mejillas y tartamudeo, así que por lo que vi note que yo lo ponía nervioso.
-Bueno, desde ahora todos seremos muy buenos amigos, ¿verdad uepi?- Ueda nos volteo a ver dirigiéndonos una amable sonrisa.
-hay, kame tu siempre tan pícaro, pero bueno creo que ahora seria bueno que fuéramos a comer.- ueda dijo esto en tono de burla, pero en ese tono se notaba como iban las palabras en un tono muy diferente al que deberían tomar.

Tenia que encontrar alguna manera de escaparme así que en tono un poco sorprendido les indique lo siguiente-ooo… Cierto lo había olvidado.-todos se quedaron viendo y esperaron a que continuara - bueno si me perdonan yo me tengo que ir a buscar a yamapi.- así que salí del aula rumbo a las escaleras para encontrar a yamapi al pie de ellas esperándome recargado y escuchando su reproductor.

Estaba un poco ansioso, ya que yamapi quería hablar conmigo, teníamos tiempo saliendo pero no se me daba algo de miedo el hablar con él. Así con paso firme me dirigí asía él, me plante enfrente esperando alguna acción por su parte.

-yamapi, ya estoy aquí.- sonó lo mas serio que pude, pero se podía notar la ansiedad en mi voz.

Alzo su mirada asía mi, y me dedico una breve sonrisa, comenzó a caminar sin decir nada. Ya que por parte de yamapi no había respuesta y verdaderamente las ansias me comían decidí seguirlo hasta que de verdad me digiera que es lo que sucedía. Llegamos a la parte norte del instituto cerca de las canchas donde algunas chicas se encontraban jugando, de ese lado del colegio no había mucha gente y menos por que se encontraba una arbolada.

Seguía sin moverme de ahí, él me daba la espalda así que ya no aguantaba más las ansias, ya no podía soportarlo mas, hasta que unas  manos me agarraron por la cintura y me acorralaron en un árbol que se encontraba en la parte trasera de mi.

-yamapi, suéltame. Hay mucha gente nos pueden ver.- soné un poco molesto pero en mis mejillas se veía el enrojecimiento, todo lo contrario a lo que quería mostrarle.
-Ah… desde cuando te molesta que la gente nos vea, aparte este lugar es seguro.-me hablaba en el oído en un tono tan seductor que note como empezaba a temblar y una electricidad invadía mi cuerpo.
-pero, espera. Aparte tu querías hablar conmigo ¿no es cierto?- ahora ya despegado de él, y un poco mas controlado de el nerviosismo.
-si, es cierto. Pero la verdad no se como decirlo.- su tono era serio y preocupado, y eso me tenía un poco alarmado.
-dime, que pasa yamapi.- mi voz sonó preocupada y creo que asta temblorosa, tenia tanto miedo de lo que fuera a decir.
-no te preocupes kame, entre tu y yo, todo va bien, solo es que…- no pudo terminar su frase cuando comenzó a llorar amargamente, pero ¿Por qué?, lloraba así mi yamapi.
-yamapi, ¿Qué sucede? ¿Paso algo? Cuéntame, dime que te sucedió, sabes que cuentas conmigo.- desesperadamente salieron las palabras de mi boca en una suplica.
-ka… k… kame. Solo abrázame.-  esa suplica fue de lo mas desesperada que solo pude hacer lo que el me pedía, y así compartir su dolor.

Unos minutos después se calmo y tomo su compostura, creo que del tiempo que lo conozco este ah sido el momento más doloroso que hemos pasado ya que mi Yamashita Tomohisa o mejor conocido como mi yamapi, es un chico alegre y extrovertido, es una de las personas mas decididas que eh conocido, con una personalidad de lo mas despreocupada, pero con un gran corazón y mas por que él, siempre da todo por quien de verdad considera que lo merece, aparte de ser todo eso es determinado nunca se da por vencido y siempre esta luchando contra todo, pero, creo que lo que hoy le pasaba era aún mas fuerte que él, su aspecto es un tanto infantil, pero pues es mucho mas alto que yo, es esbelto y con un físico envidiable, sus sonrisa es embriagadora y sus ojos son profundos como la inmensidad del mar que con tan solo verlos me pierdo en ellos, su caballera es quebrada muy suave y algo larga, en si yamapi es un chico muy admirable y fuerte, pero hoy su fortaleza se había ido y necesitaba de alguien que lo protegiera.

Sin dudarlo hoy yo lo protegería, aunque regularmente es él, el que me protege ahora seria yo, tenia que regresarle un poco de lo que el me daba, y que mejor momento para demostrarle que verdaderamente yo si lo amo.

-¿kame?-
-Si, yamapi. Lo mire a los ojos fijamente.
-kame, de verdad me amas.- sus ojos aun enrojecidos me miraban directamente a mis ojos y en tono serio preguntaba esas palabras que verdaderamente eran muy obvias.
-Claro que si, como puedes dudarlo.- sostuve su mirada y como era imposible me perdí en ella diciendo las palabras desde el fondo de mi corazón.
-Yo, TE AMO KAME.- ese frase sonó lo mas sincera que jamás había escuchado, pero a la vez sonó como si, fuera la ultima vez que me lo fuera a repetir.
-Yamapi, prométeme que jamás me vas a dejar, promételo.- mis palabras se oyeron lo mas entrecortadas que había dicho y entre sollozos apenas pude completar esta frase.
-Te lo prometo kame, que nunca te dejare. Y aunque muera siempre seré todo tuyo.-
-Tonto, no digas cosas como esas.- respondí a aquellas palabras.

Cuando menos me di cuenta yamapi me tenia acorralado en un árbol, propiciándome un beso, aquel beso fue el mas dulce pero amargo que jamás me había dado, ni siquiera la respiración podía obtenerla, el beso cada vez se hacia mas agresivo por lo que me tomo por la cintura y su boca tomaba el control, sentí como un intruso quería introducirse en mi cabida, yo solo permití el paso para que nuestras lenguas empezaran su danza entre si, yamapi cada vez era mas enérgico, me tomo por el pelo tomando el control de todo.

Unos cuantos segundos después desaparecimos entre aquella arboleda, y caímos en el pasto. Como siempre yamapi tomaba el control de la situación sus manos comenzaron a explorar mi torso recorriendo una y otra vez con sus manos, pude sentir como su boca iba explorando cada parte de mi cuello haciendo pequeñas mordeduras en el, yo tan solo dejaba salir un grito ahogado, poco después  quise participar. lo tome por el pelo y recorrí su torso hasta llegar a la parte baja de su espalda un poco tembloroso, decidí desabotonar su camisa imitando lo que el me hacia, yamapi me había desabotonado la camisa y exploraba mi pecho con aquellas calidas manos y con su boca iba recorriendo cada vez mas mi cuerpo hasta que se volvió a posar sobre mis labios, con un beso calido y gentil terminamos, ya que el descanso había llegado a su fin.

-kame, vamos ya es hora de regresar a clases.- sonrío abotonándose la camisa.
-eh… si claro yamapi.- conteste entrecortadamente por lo agitado del momento, yamapi me tendió la mano para pararme del suelo.
-vamos, no quiero que por mi culpa te regañen. Cierto acomódate bien esa camiseta.- acaso me veía muy mal, tan solo asentí y camine al ritmo del él.
-bueno, te dejo aquí, voy a mis clases, pero terminando el colegio te espero en la entrada para irnos juntos a casa ¿de acuerdo kame?- me miro directo a los ojos y solo pude sentir el rose fugas de sus labios con los míos y como un sonrojo me invadía la mirada.
No podía verlo estaba tan apenado que conteste con la cabeza agachada.-si claro, te estaré esperando.- escuche como sus pasos se alejaban de mi cada vez mas y como una risita tonta se perdía entre los salones del tercer año.

“pero que le pasa, besarme aquí y sin previo aviso, ese yamapi si es un tonto.”.

Mis pensamientos se habían sumergido en aquel momento de lo mas hermoso que había sucedido, cuando menos note ya casi llegaba al aula, así que me puse lo mas serio que pude y entre con normalidad y me dirigí a mi pupitre, no te las miradas de todos en mi.

“pues que diablos pasa, que tengo para que me miren así”.

Voltee a la ventana y me mire, note como pequeñas marcas rojas se hacia visibles en mi cuello, pero también como se extendían a lo largo de mi pecho y mi camisa toda desarreglada, como pude trate de hacer que se hicieran notar lo menos posible así que me acomode hábilmente la camisa, para por lo menos ya no llamar mucho la atención.

-kame, estuvieron buenos los vampiros verdad.-
-quien iba a pensar tan serio que kame se ve-
-por lo menos la próxima vez dile que tenga más cuidado donde deja sus marcas.-
-chicos, ya dejen de molestar kame.- respondió ueda a sus entupidos comentarios de manera muy molesta, dejándolos callados.
-ya, tat-chan, no te enojes. Nosotros solo jugábamos con kame.- le respondió junno en tono de suplica y con una mirada de arrepentimiento que ha decir verdad yo tampoco resistía.
-esta bien, junno. Pero dejen de molestar ya a kame.- se dirigió a ellos con una mirada un poco molesta pero con un semblante de suplica.-de acuerdo.- y simplemente les sonrío.-
-Si, ya entendimos.- contestaron todos al unísono esbozando una pequeña sonrisa.

Unos instantes después llego el tutor de la clase y comenzó a dar su lección, esta vez continuo con ueda, al parecer al maestro no le agradaba nada el, siempre estaba tras el, ya sea regañándolo o molestándolo por cual quier cosa sin importancia, bueno a mi me da la impresión de que ueda le agrada al maestro, y no de manera estudiante-profesor, si no mas bien como una relación algo mas seria, además la forma en que lo mira no es normal, pero creo que todo esta en mi imaginación.

-ueda-kun, puedes venir un momento por favor.- el solo asintió con la cabeza y se dirigió asía el estrado.
-por favor acompáñame por unas copias a la sala de profesores.- Ueda asintió con la cabeza y de esta manera salieron del aula para dirigirse a las escaleras.

Ellos dos salieron, y volví a sumergirme en mis pensamientos una vez más.


El profesor me había llamado para que lo acompañara a la sala de maestros por unas copias, pero honestamente a mi no me agradaba esa idea, hace días eh notado como su actitud es rara conmigo, muy diferente a los demás, me trata de una manera un poco absurda por así decirlo, un día esta contento y al otro no para de regañarme no se lo que le pase a este tipo.

Nos en caminamos a la escaleras bajamos asta la planta baja y recorrimos el pasillo que nos conduce a la sala de profesores, el profesor tomo unas copias y me las entrego a mi, el tomo un par de libros y nos dirigimos de nuevo a nuestra aula, subimos las escaleras sin articular palabra alguna, asta llegar a nuestro piso yo iba un poco mas delante que él, ya que me molestaba estar a solas con un tipo tan pedante, pero en tan solo un momento sentí como me tiraban del brazo y me jalaban asía un costado de las escaleras que dirigen a la azotea, arrinconándome en un pequeño hueco que nos escondía perfectamente de la gente.

-que le sucede, suélteme me esta lastimando.-pronuncie en un tono enfadado, además de que me sostenía por las muñecas y eso de verdad me dolía ya que me apretaba con tanta fuerza.
-porque eh de soltarte tat-chan.- su tono era un tanto burlón que eso si me enfado.
-suélteme o grito, además quien se cree usted para tomarme así.-respondí en un tono ya muy enfadado y casi decidido a gritar.
-ah… pues me creo tu tutor, además sabes que me encantas,  me fascinas con eso ojos, tu mirada seductora y con esos labios que incitan a que los bese y tu figura.- las palabras le quedaron cotas, así que antes de que el terminara de decir aquella frase el había ahogado ya mi grito con un beso, aquel había sido un beso apasionado y muy decidido, por lo que note el tenia ya mucha experiencia pero antes de que pudiera entrar aquella intrusa en mi cavidad, me despegue de un golpe propinado que se despegara un tanto de mi.- que tat-chan acaso no te gusto, o no soy lo suficiente bueno para ti.- sonrío de manera picara.
-por que dice tales cosas, sabe que yo con usted no quiero nada mas.- y así volvió a besarme esta vez recorriendo mi cuello y con sus manos explorando mi torso, yo casi dejándome llevar por el momento accedí hasta que recupere la compostura el me tenia tomado por la cintura y yo instintivamente reaccionaba así sus caricias.
-tat-chan, parece que ahora si soy lo suficiente bueno para ti, ¿Verdad?- pronuncio en un tono de afirmación y dulzura.

Yo tan solo me despegue de él, y  lo empuje. Recogí las hojas tiradas en el suelo y me fui al salón un poco nervioso pero intentando guardar la compostura para que nadie sospechara, así volví a mi pupitre y unos segundos después volvió él, con una cara de satisfacción, mirándome de una manera que me erizaba la piel, yo tan solo trataba de ignorarlo pero ahora todo me era confuso, ya no sabia verdaderamente si de verdad el me atraía o junno era al que de verdad amaba, estaba confundido y sin a quien recurrir.

Ueda entro a nuestra aula su cara parecía un poco sonrojada se veía algo molesto así que solo dejo las copias en el escritorio del profesor y se sentó en su pupitre, a los pocos segundos llego nuestro tutor con una cara de complicidad y dirigiéndole a ueda una que otra mirada un poco pervertida.

-hasta mañana. Hoy hicieron un buen trabajo.- el profesor salio del aula y nosotros seguimos con nuestra reverencia, así que eso indicaba el fin de la jornada de estudios de hoy.

Yo tome mis cosas para irme a casa con yamapi tenia tantas ganas de verlo, y así escuche como ueda le preguntaba algo a koki, pero bueno me despedí de todos.

-Nos vemos mañana.- les dirigí estas palabras con una gran sonrisa en mi rostro y dirigiéndome a la salida del aula, así fue como me perdí entre mis compañeros.
-hasta mañana kame, con cuidado.- solo asentí con mi cabeza y me fui.

Camine lo mas rápido que pude pues hace ya bastante tiempo que no pasábamos tanto tiempo junto a yamapi, pero bueno me dirigí a las zapateras y me cambie mi calzado, salí corriendo hacia la entrada del instituto, y ahí estaba yamapi esperándome recargado en la entrada, mirando el cielo.

-kame, estoy esperándote desde hace rato.-su tono era algo desesperado pero con una chispa de entusiasmo.
-lo siento, pero el profesor tardo en dejarnos salir, de verd…- sentí como el rose de sus labios callaban los míos, para dejar mi frase incompleta.
-bueno, ahí que darnos prisa.- se giro a verme y me dedico una sonrisa y caminamos hacia el horizonte.

-oyes, hoy también iras al curso para la universidad.-
-No, hoy me tomare el día libre.- sonrío de manera despreocupada.
-pero,  ¿como? te tienes que preparar para la universidad.- me había preocupado.
-kame, tu siempre tan exagerado. No pasa nada si un día falto.- no lo deje continuar su frase.
-yamapi, tu no eres así de irresponsable, además te has esforzado mucho así que tienes que ir.- ahora creo que mi tono sonó un poco molesto.
-ah, kame no pensé que te preocuparas mucho por mi.-
-tonto, como no me voy a preocupar, si sabes que eres todo para mi.-
-si, eso es verdad.- dijo en un tono un poco irónico.
-tonto.- “ahora si estaba molesto”.
-ah, no te enojes kame, sabes hoy quiero pasar el día junto a ti, mi tuga.- esas palabras fueron reconfortables y lo que mas había esperado oír, así que me tomo por la cintura y me acerco a el.- TE AMO.- nos hundimos en un beso breve pero lleno de dulzura.
-tonto, Aquí nos pueden ver.- mi tono sonaba algo entrecortado y se notaba el sonrojo en mis mejillas.
-cierto, bueno pues vamos a tu casa.- tomándome de la mano nos dirigimos a mi casa.

Pocos minutos llegamos a mi casa, mi casa estaba vacía ya hace menos de un año que vivía solo, mis padres y mi hermana se habían mudado al extranjero dejándome a mi en Japón para terminar mis estudios, aunque estaba en constante comunicación con ellos, sentía como un gran hueco nos separaba, así que ya era para mi normal estar en casa sin que nadie se preocupara por mi, algunas veces sentía nostalgia pero me hacia el fuerte para no preocupar a la gente de mi alrededor como mi primo.

-yamapi, ponte cómodo iré a dejar mis cosas.- me dirigí asía mi recamara que estaba en la parte superior de la casa.

Entre a mi habitación y vi como tenia un desastre, me apresure a recoger las pocas cosas que tenia tiradas en el suelo, de pronto sentí como la puerta de mi habitación se habría y la cerraban lentamente.

Solo sentí unas manos como recorrían mi cintura y me acercaban a el, con ese aroma tan suyo, como el de la brisa del mar en un fresco día de verano, me voltee por instinto y vi como quedaba a pocos centímetros de su rostro, el enrojecimiento no se hizo esperar y me quise despegar de él, pero no podía era tanta mi necesidad de yamapi, que ya no forcejee mas y me detuve en sus brazos recostando mi cabeza en su pecho.

-kame, te necesito.- vi como al pronunciar su rostro se sonrojaba pero, era el sonrojo mas hermoso que jamás había visto, así que tan solo asentí con mi cabeza y le robe un beso fugaz y me despegue de él.
-yamapi, vamos a preparar la comida has de tener mucha hambre ¿Cierto?-

La pregunta era muy obvia ya que desde hace rato salimos del instituto y no habíamos comido durante el almuerzo. Me dirigí a la puerta de mi dormitorio pero tan solo sentí como su mano me agarraba la muñeca y me tiraba a la cama.

-yamapi, ¿que haces?- soné un poco entrecortado y aturdido.
-nada kame, solo algo que desde hace un rato vengo deseando.- sus ojos transmitían una gran necesidad, pero también se mezclaba el deseo y el amor, una mezcla que jamás había visto.
-p...per…o…- me callo con un beso y comenzamos a juguetear entre besos y caricias.
-te amo, te necesito.- esas palabras las susurraba una y otra vez en mi odio. Y para mi era como notas celestiales en mi cabeza que retumbaban una y otra vez.

Nos encontrábamos en mi cama, yamapi me besaba con una  impaciencia ya casi no podía respirar y solo dejaba pequeños espacios para que nuestra respiración volviera hacer un poco regular, me tenia sujeto por el torso recorriéndome con sus calidas manos hasta llegar a mi cuello, después de que nuestras bocas se encontraran en un beso apasionante, recorrió mi cuello besándolo amablemente, y hacia  pequeñas mordidas en el, llegando a mi lóbulo y jugando con el, mientras sus manos se enredaban en mi cabello.

Hábilmente me despojo de mis prendas, yo intentaba hacer lo mismo con él, pero mis manos eran temblorosas, me ayudo a desabotonarle la camisa, a lo que el se dedicaba a besar todo mi pecho y recorrerlo con su lengua, asta llegar a mis pezones y empezarlos a estimular con breves mordidas y haciendo círculos sobre ellos con la lengua. Yo mientras tanto lo besaba impaciente mente alrededor de su cuello, y podía notar la respiración entre cortada y como a cada movimiento un bulto empezaba a despertar entre los pantalones de yamapi.

-kam……e.- dejo salir un pequeño quejido al que dio señal de que estaba preparado para el siguiente acto.

Yo tan solo sentí como se quitaba el pantalón y sentía el rose de su gran miembro sobre mi estomago, y como el mío también empezaba a despertar.

--yam… yam… yamapi… ya no lo soporto.- se bajo asta mi miembro y pude sentir como lo empezaba a estimular con sus manos, como sus manos iban en un vaivén dulce y delicado, pero entre mas aumentaba sus ansias cada vez se hacia mas rápido, hasta que con su lengua empezó hacer unos pequeños círculos sobre mi cabeza, y termine dentro de su boca.

-kame, ahora ya eres parte de mi.- se acerco a mi rostro y pude ver como mi liquido escurría de su hermosa boca y con un movimiento sexi lo saboreaba con su lengua, nos besábamos de nuevo para compartir aquello, y disfrutar con esa hermosa sincronía como nuestras lenguas danzaban al mismo ritmo queriendo jamás separarse.


-kame, esto te va a doler, pero tendré cuidado de no lastimarte. Así que yo cuidare de ti.- deposito un amable beso sobre mi espalda.

Ya estaba en la pose que yamapi deseaba, el ya no soportaba mas, así que no dudo mas y empezó a estimular mi orificio, al parecer estaba muy nervioso. –Kame, tranquilo.- así que con sus palabras me tranquilice y note como llevaba un dedo a su boca y lo llenaba de su saliva, empezó a meter un dedo con extremo cuidado, haciendo un va y ven muy despacio y círculos en mi interior.- ahhhh.- después empezó con dos y después con tres, haciendo que mi pequeño orificio se dilatara cada vez mas.

-kame, ahora si voy a entrar dentro de ti.- susurro un poco nerviosismo, pero decidido.

Yamapi se poso enfrente de mi entrada y son dudarlo mas me embistió.- ahhhh.- tan solo un grito ahogado fue lo único que salio de mi boca y unas cuantas lagrimas salieron de mis ojos.

-perdón, seré mas gentil contigo.-

Continuo con ese acto una vez mas, ya me había acostumbrado a sentir ese gran miembro dentro de mi, así que tan solo podía sentir como salía y se introducía de manera lenta esperando a que me acostumbrara a el, sentía como se aferraba a mi cadera. Después de pocos segundos en el mismo ritmo, cambio a un ritmo mas acelerado pero siguiendo el compás de su respiración

.- ahaha... ya...ma…pi.., mas por favor no te detengas.- susurre la frase entre cortada ya que mi respiración era irregular y acelerada.
-kame... esp….era… ya no puedo más.-

Siguió con el mismo ritmo solo que esta vez aumento mucho mas que anteriormente, podía sentir su respiración cerca de mi cuello y solo escuche como un grito se escuchaba.

-aaaaahh... kame….  Me… ven…- no pudo terminar su frase cuando sentí como cayo recostado sobre mi torso y como algo caliente ya hacia dentro de mi, el como yo ya estábamos conectados uno con el otro mas.

Nos quedamos un rato tirados en la cama, yo no quería que el se separa de mi, y menos con lo que acababa de suceder, tan solo nos quedamos ahí, y pude sentir como caía a mi costado.

-kame, te amo.- apenas articulo esta frase cuando cayo profundamente dormido.

Así que los dos nos quedamos dormidos hundiéndonos en un abrazo, dejando que la luna con su brillantes nos a cobijara con su gran reflejo que penetraba nuestra ventana siendo el único testigo de nuestro consumado amor, así que caímos rendidos a los brazos de Morfeo esperando el nuevo amanecer, recostado sobre el pecho de yamapi.