“ENCONTRANDO NUEVAS EMOCIONES”
Creo que hoy lo he perdido todo, el amor de mi vida se
ha ido, aunque se que tan solo su recuerdo me llenaba mi mente cada vez mas, se
que en donde ahora esta, es mejor para el, pero aun no puedo acabar de entender
el porque del todo esto, aun no quiero aceptar mi cruda realidad, pero no me
rendiré y aun así no daré marcha atrás con todo esto, lo recuperare aunque
tenga que morir en el intento, por recuperar a esa persona , que ha llenado de
felicidad esta vida que no tenia sentido, hasta que llego su presencia a mi
vida, en ese momento todo ha tomado sentido, aún, aunque nuestra espera fue
grande, pude sentir lo que es tocar el cielo con las manos y caer al mismo
infierno, gracias al ser que mas eh amado en este tiempo.
6
MESES ANTES…
Era el primer día del colegio, tenia miedo de entrar a
esa gran institución, aunque el ciclo ya estaba algo avanzado, aun podía
ponerme al corriente en él, y así poder aprobar el ciclo escolar que estaba
apunto de finalizar, lo dudaba mucho, yo
sé muy bien que soy un chico estudioso, pero dudo en poder superar este reto,
me encamine aun así con el animo un poco bajo a esa gran entrada, pude notar a
muchos chicos y chicas mas jóvenes que yo, por mi edad y aspecto un poco
temerario se podía deducir que en un instituto ya no encajaba muy bien, pero
debo decir que por mi estatura paso desapercibido entre la multitud.
Cuando entre me sentí un poco perdido, pues era mi
primer día, que yo estaba en este gran colegio, no sabia a donde dirigirme y
mucho menos a quien. En ese momento iba caminando y viendo hacia toda
dirección, sin prestar atención al frente de mi camino, en ese momento me
encontré tirado en el piso tras una capa de hojas, me sentí de lo mas apenado,
no sabia que hacer ni que decir, así que solo agachaba mi mirada al suelo sin
mirar a la persona con la que había tropezado, pero entre la pena que sentía y
la aturdides del momento pude escuchar como la voz mas hermosa del mundo me
hablaba.
-Oyes, te
encuentras bien, quieres que llame a la enfermera.-
-N…
No gracias, me encuentro bien.-susurre en un tono temeroso pero firme.- lo
siento mucho deja te ayudo- con la voz entre cortada y en un susurro dije esta
frase con un leve sonrojo que apenas se notaba en mis mejillas.-
Cuando me di cuenta, una mano me ofrecía su ayuda para
levantarme del suelo, así que lo único que pude hacer fue aceptarla e
incorporarme del suelo.
-Hola,
me llamo Ueda Tatsuya, soy estudiante de esta institución.- me dijo en tono muy
agradable que me dejaba sentirme en confianza y con una sonrisa que me lleno de
una paz infinita al momento de verla.-
-Me
llamo Tanaka koki, soy estudiante de nuevo ingreso.- esas palabras salieron de
mi boca tan apresuradamente como correteándose una a la otra, que pensé que no
me entendería.-
-Ah...
Bueno ko-chan, si quieres, yo te puedo llevar a la sala de maestros para que te
ayuden, ah, cierto ¿Te puedo llamar así?-las palabras que había dicho fueron
con tal calidez, que me hicieron tomar demasiada confianza.- y tu me puedes
llamar uepi-chan o solo uepi.- esbozando una gran sonrisa.
-Claro,
que me puedes llamar así, uepi-chan- solo sonreí y sentí como una gran conexión
me podía acercar a él.-
Caminábamos al mismo ritmo, en un largo pasillo que
nos conducía a una pequeña puerta, en el camino ueda me platico varias cosas,
como que el era estudiante del segundo año y estaba en la clase “B”, y otras
tantas cosas de él. Creo que tanta fue su confianza y simpatía así mí, que
desde el primer instante me comenzó a llamar tan amistosamente, lo cual creo no
me sorprendió mucho, ya que desde que escuche su voz y lo mire me agrado
demasiado.
Ueda, por lo poco que pude notar en el transcurso de
nuestra pequeña caminata a la sala de profesores, él es un chico alegre,
simpático. Tiene un aspecto frágil, creo que esto se debe a que es muy delgado,
además de no muy alto, por lo mucho unos dos o tres centímetros por encima de
mi, ese aspecto tan juvenil pero desalagado, y esa amplia sonrisa deslumbrante
tan llena de felicidad y una confianza que me envuelve desde él instante que lo
conocí, pero lo que mas me agrado de él, fue su voz la cual sin duda la puedo
igualar a la de un ángel.
-ko-chan,
hemos llegado-de pronto se abrió la pequeña puerta de la sala, para ver a un
montón de docentes, en los escritorios inmiscuidos en montañas de hojas.-
-hola,
ueda-kun, en que te puedo ayudar.- aquella joven mujer la hablo con un tono tan
cariñoso, que a simple vista se notaba que mi nuevo amigo era muy de su
agrado.-
-hola,
hiroki-san. Es que traigo a mi amigo para que le indiquen en que aula será
asignado.- dirigiendo su mirada asía la señorita.-
-ko-chan,
buena suerte.- se volteo a verme y me sonrío, y así salio de aquella sala
dejándome otra vez solo.-
-¿Cómo
te llamas?- me pregunto en un tono suave y amistoso.-
-Hola.
Mucho gusto a todos, me llamo Tanaka koki. Espero por favor todos cuiden de
mi.- terminada mi frase hice una pequeña reverencia en señal de mi respeto asía
mis nuevos tutores.-
-Cierto.
Eres el estudiante que esperábamos. Permíteme un momento.-así que dio media
vuelta y se dirigió asía otro docente que estaba cerca de un escritorio no muy
lejos de donde se encontraba aquella simpática señorita.-
En ese momento observe como regresaba junto a otro
docente, bueno el aspecto de él, no parecía como él de los demás señores que
estaban en la sala, por lo que note el era aún mas joven que los demás
docentes, yo creo que el estaba entre los 21 y 24 años, pero no pude evitar
notar lo bien que se veía con la señorita hiroki-san, al igual ella era mas
joven que los demás, al parecer no tenia mucho que había terminado de estudiar
y eso se notaba en su mirada llena de frescura y su aspecto juvenil, al igual
pienso, ella a de tener unos 21 años, puede y por eso sea él interés asía ueda,
los dos caminando se veían bastante bien y mas con esas sonrisas que esbozaban
al caminar, hacen una muy bonita pareja, o eso supongo yo.
-Tanaka-kun,
el es tu tutor del curso.- dijo haciendo una pequeña señal así el joven que se
situaba asía su derecha.-
-Mucho
gusto en conocerlo, soy Tanaka koki, espero y cuide de mi.-hice la misma
reverencia de respeto y al incorporarme le dedique una sonrisa.-
-Hola,
Tanaka-kun, yo soy tu tutor. Mi nombre es Nishikido Ryo.- me sonrío amablemente
y con una frescura en aquella vistosa sonrisa, y en sus ojos negros y profundos
pude notar una serenidad de lo mas embriagadora-Sígueme.-me dijo en un tono
firme pero suspicaz a la vez.-
Tan solo pude asentir con la cabeza y limitarme a
imitar sus pasos, como el había dicho, lo seguí por un pasillo largo en cual
nos conecto a unas escaleras que daban a los diferentes pisos de la institución
y las áreas correspondientes, en el primer piso pude notar los salones de
primer año y los laboratorios de informática y de ciencias, al fondo note la
sala de audio visuales, en el segundo pasillo se encontraban los de tercer año la biblioteca y también los baños, al fin
llegamos al tercer piso, en el nos encontrábamos los de segundo año y uno que
otro salón desocupado, y las escaleras que llevaban a la azotea del instituto.
Por fin nos dirigimos así la derecha y caminamos un largo pasillo, nos
detuvimos en la última aula del pasillo.
-Tanaka-kun,
ahora entrare al salón y les informare de tu llegada.- se giro y con su mano
abrigadora me tomo por el hombro.- ESFUERZATE.-
Sus palabras fueron tan alentadoras que por un momento
me tranquilicé del nerviosismo que invadía mi cuerpo, pocos segundos después el
profesor me llamo desde el aula, haciendo una señal con la mano para
incorporarme a su clase desde ese instante.
Como venia haciendo desde esta mañana me presente ante
el grupo, pero al fondo del salón pude visualizar una silueta conocida para mi,
era mi nuevo amigo de la mañana, si era él, ueda y yo nos encontrábamos en la
mismas clase, eso era lo mejor podía tener a alguien cerca de mi, mi mirada y
la suya se encontraron y por lo que note en esa gran y amplia sonrisa que me
mostraba él al igual que yo se encontraba verdaderamente feliz y emocionado, de
que compartiríamos juntos las clases.
-Mucho
gusto en conocerlos, mi nombre es Tanaka koki, por favor cuiden de mi.-
Después de mi pequeña presentación me fui a sentar a
mi lugar asignado, para decir la verdad mi lugar me encantaba, estaba cerca de
la ventana asta la parte trasera del aula sin llamar la atención de nadie, aparte
atrás de mi se encontraba ueda, a lado mió un chico mucho mas alto que yo, pero
de aspecto muy infantil aún con ese físico esbelto, su sonrisa parecía y ojos
parecen a los de un niño pequeño cuando esta emocionado con algún nuevo
juguete, y por decir así parecía que el y ueda eran demasiados cercanos.
Pero, bueno delante mió habían tres jóvenes mas dos de
ellos eran lo bastantes normales pero muy apuestos, por lo que note la mayoría
de las chicas del salón les agradan bastante aquellos tipos, pero, el chico mas
joven de ellos tres me llamo bastante la atención ya que no es igual a ellos,
el tiene un aspecto mucho mas de él, es que ni como explicarlo, tiene algo que
me atrae, no he cruzado ni una palabra mucho menos una mirada pero en el, hay
algo que me gusta y me llama la atención, yo creo, o quiero suponer es por la
impresión de su aspecto frágil y débil, que necesita protección, pero a la vez
tiene una voz cautivadora, que si la de ueda la puedo comparar con la de un
ángel, puedo jurar que con él oigo a un mismo ángel. Pero como siempre creo que
todo es producto de mi imaginación aparte ni pensar en él de esa forma, se ve
que tiene muchas chicas guapas a su alrededor, como si de verdad algo así fuera
posible.
-ko-chan,
ko-chan- susurro ueda con un tono de voz de lo mas misterioso.
-¿Qué
sucede ueda?-dije al mismo tono de él.
-Es
que cuando termine la clase quiero presentarte a mis amigos- me mostró su
sonrisa y se volvió a su lugar para continuar prestando atención a la lección-
Terminada nuestra clase ueda se poso frente a mí, y me
volvió a mostrar su sonrisa, me jalo al fondo del salón de clases donde se
encontraban aquellos tres jóvenes y el chico de aspecto infantil recargados
sobre el marco de la ventana, nos plantamos enfrente de ellos y ueda comenzó a
hablar sin dudarlo mas.
-Miren
chicos, les presento a mi nuevo amigo ko-chan.- en ese momento todos voltearon
a verme para examinarme.-esta bien, te los voy a presentar.- con su mano empezó
a señalar a cada uno comenzó de derecha a izquierda.-Él es Nakamaru Yuichi,
pero le puedes llamar Naka o Maru como tu prefieras.-
-Esto,
hola me llamo Nakamaru Yuichi, pero llámame naka, koki.- sonrío-
-Si
esta bien, naka-kun.-
-Bueno
sigamos con el siguiente, él es Taguchi Junnosuke, pero lo puedes llamar junno
o tagu o como quieras, solo una advertencia no bromees con él, por que de
verdad es pésimo.- solo pude escuchar una leve carcajada tras lo que ueda había
dicho, y claro todos los demás se burlaban del pobre junno.
-bueno,
a mi ya me presento él querido tat-chan, así que tan solo dime junno, de
acuerdo.- me dedico una sonrisa breve pero abrigadora y después de eso se giro
asía ueda para agarrarlo por el cuello y con su mano darle un pequeño zape a su
cabeza, pero de una manera muy dulce, como si no quisiera romper ni lastimar a
su amigo tat-chan.
-Gracias,
junno por soltarme, así cierto continuo verdad, él es Akanishi Jin, pero a el
le decimos bakanishi de cariño cierto mi baka.- se giro a verlo y le sonrío de
manera burlona a lo que el le contesto enseñándole su lengua como señal de su
enojo, pero riéndose al unísono de la risa de Ueda- bueno, esta bien a el solo
dile jin o aka, como quieras ko-chan.-
-Si,
ko-chan. Tú me puedes llamar como quieras no como el mal educado de uepi.-. se
dirigió así mi, y me abrazo, quedamos apenas y a la altura haciendo según el
intento de jin, poner celoso a Ueda, pero tan solo logro una risa burlona de
él.
-Gracias,
jin.- le dedique una sonrisa amplia.
-Bueno
él es…- antes de que completara su frase aquel chico de aspecto mucho mas
juvenil y misterioso de aquellos cinco jóvenes lo interrumpió.
-Hola,
yo me llamo kamenashi kazuya, y pues llámame kame o tuga, y a ti ¿como te puedo
llamar?- acabando de decir esto, me dedico la sonrisa mas hermosa que hoy había
visto, su sonrisa era tan fresca como, cuando estas en un campo y la dulce
brisa te pega amablemente en la cara acariciando cada mechón de tu cabello, si
es así como lo comparaba, esta acción de su parte me provoco una leve sonrojo
que se podía notar en mis mejillas.
-Etoo…
Etoo… Si tu gustas me puede llamar koki o como tu desees.- al decir estas
palabras note como la voz me temblaba de tal manera que mi sonrojo se notaba
mas, y sentía como si una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo con tan solo
esa mirada inocente que el me dedicaba..
-Bueno,
desde ahora todos seremos muy buenos amigos, verdad uepi.-volteo a ver a Ueda
el cual le correspondió con su sonrisa.
-hay,
kame tu siempre tan pícaro, pero bueno creo que ahora seria bueno que fuéramos
a comer.
-ooo........
Cierto lo había olvidado.- se volteo a verlos todos y les sonrío con una
sonrisa despreocupada.- bueno si me perdonan yo me tengo que ir a buscar a
yamapi.- así que salio del salón con rumbo a las escaleras.
-bueno,
entonces vayamos a comer.- dijo nakamaru con un tono muy alegre.
-SI.-
contestaron todos al mismo tiempo y se dirigieron hacia la cafetería de la
escuela.
-koki,
vamos.- volteo a verme y con una seña me dio la orden de seguirles, y así nos
encaminamos asía el esperado almuerzo.
Llegamos a la cafetería y todos compramos nuestra
comida así que nos fuimos a sentar al pasto que estaba cerca de las canchas y
observábamos como las chicas jugaban al volé Ball, y el tiempo transcurría
rápidamente por la charla de los chicos tan amena y despreocupada, a lo lejos pude
visualizar una silueta, si claro era kame, pero no estaba solo, no estaba con
un chico un poco mas alto que él, de aspecto un poco mas robusto, bueno no
tanto es solo que kame era tan delgado que a lado de él, todos parecemos mas
grandes, y su amigo no era la excepción, pude observa como aquel tipo lo tenia
sujeto por la cintura, acorralándolo en un árbol lejos de todo contacto con las
personas dentro de la institución, de pronto note como tomaba a kame del pelo y
le propinaba un beso, lo cual fue muy sorpresivo
para mi, pero seguí observando no quería perder detalle, no se porque razón
pero sentía como la sangre me hervía, después de unos cuantos forcejeos pude
observar como se perdían entre aquella arboleda de árboles, y así llego el
final de nuestro almuerzo, de regreso todos seguían charlando como lo habían hecho
desde que empezamos a almorzar, pero yo seguía inmerso en mis pensamientos.
Después de unos minutos vi como kame entraba en el
aula, pero note como en su cuello, se dejaban ver unos pequeños moretones rojos
en ese delgado y largo cuello y como su camisa estaba toda desarreglada, pero,
¿porque le daba tanta importancia si apenas lo conocía porque?.
Y así termino nuestra jornada de clases del día de
hoy, me despedí de todos, pero Ueda me pregunto en donde vivía le indique y me
dijo -sabes yo vivo cerca de ahí, nos
podemos ir juntos si gustas.- yo solo asentí y así nos dirigimos los dos
asía la salida de la escuela, sin decir nada, pero yo solo podía seguir
pensando en lo mismo, aquella escena que había protagonizado kame, eso
moretones y lo que mas me hacia sentir dudas él porqué sentía esto, el porque
me hervía la sangre cada vez que recreaba esa escena en mi mente ¿Por qué?.
Me despedí de Ueda dos calles antes de llegar a mi
casa, Ueda tomo el camino de la izquierda el que lo llevaba por aquel tranquilo
y hermoso parque.
-ko-chan, mañana
nos vemos aquí a las 8:00 am, para ir juntos al colegio.- iba caminando hacia
tras agitando sus manos en señal de despedida y con una hermosa sonrisa en esa
cara de ángel.
-SI,
uepi-chan, nos vemos mañana, solo agite mi mano y le devolví la sonrisa mas
calida que pude.
Así me dirigí así mi casa con la mirada perdida en el
cielo y pensando una y otra vez en el mismo asunto, pero no llegaba a ningún
sitio así que decidí darme por vencido y esperar al nuevo día.